El Estado de México, tierra de grandes atletas como Fernando Platas, Noé Hernández y Lupita González, se prepara para recibir a una nueva generación de velocistas.
En el municipio de Rayón, al suroeste del estado, el equipo de formación atlética Lycaones está forjando el futuro del atletismo mexiquense.
Inspirados en el cánido que utiliza la fuerza, la velocidad y el sigilo para capturar a sus presas, estos jóvenes se transforman en verdaderos "Lycaones" al pisar la pista. Su pasión por el atletismo va más allá del amor o la diversión, es la sed de triunfo y gloria lo que los impulsa a romper sus propios récords y superar los límites.
A pesar de las adversidades y las carencias, estos atletas entrenan con tenacidad y disciplina, buscando alcanzar la cima del deporte. Su esfuerzo se ha visto recompensado con clasificaciones a campeonatos nacionales, juegos panamericanos e incluso mundiales de montaña.
Lycaones no solo busca formar atletas de élite, sino también inculcar valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia en sus integrantes. A través del deporte, estos jóvenes encuentran una oportunidad para desarrollarse personal y profesionalmente, alejándose de las problemáticas sociales que afectan a su comunidad.
Su legado apenas comienza a escribirse, pero las páginas ya están llenas de promesas y sueños por cumplir. Con su espíritu indómito, los Lycaones se han convertido en heraldos del atletismo en el Estado de México.