La mala alimentación favorece el desarrollo de enfermedades, sumando la falta de actividad física; obesidad, hipertensión, colesterol o diabetes son algunas de ellas.
A decir de nutricionistas, la mala alimentación ha afectado en mayor medida a los jóvenes y niños, quienes en los últimos años han registrado un incremento de enfermedades como la diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.