Sujetos armados asesinaron a 100 civiles en un ataque la noche del viernes a una aldea del norte de Burkina Faso. La región se enfrenta a una ola de violencia yihadista que se agrava.
La cifra provisional de muertos dada por el gobierno lo convierte en el ataque más mortífero en el país en los últimos años.
El ataque se perpetró contra los residentes de la aldea de Solhan, en la provincia de Yagha, fronteriza con Níger.
Los agresores también quemaron viviendas y un mercado, según el comunicado del Gobierno.
El gobierno, declaró un periodo de luto nacional de 72 horas. Describió a los atacantes como terroristas, pero ningún grupo reivindicó la autoría.
Los ataques de yihadistas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico en la región del Sahel de África Occidental han aumentado considerablemente desde principios de año, sobre todo en Burkina Faso, Mali y Níger, y la población civil es la más afectada.
La violencia en Burkina Faso ha desplazado a más de 1.14 millones de personas en poco más de dos años, cuando el pobre y árido país también acoge a unos 20 mil refugiados de la vecina Mali que buscan seguridad frente a los yihadistas.
En marzo, atacantes mataron a 137 personas en asaltos coordinados a pueblos del suroeste de Níger.