La cifra de víctimas por los atentados con armas de fuego perpetrados este viernes contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelandia, es de al menos 49 muertos y 41 heridos en un "ataque terrorista" sin precedentes en el país.
Las mezquitas atacadas son la de Al Nur, la más importante de Christchurch, donde se reportan 41 personas muertas, y la del suburbio de Linwood, donde otras siete personas fallecieron. Otra víctima murió en el hospital, confirmó el jefe de la Policía neozelandesa, Mike Bush.
La primera ministra de Nueva Zelandia, Jacinda Ardern, calificó lo sucedido como un "ataque terrorista" y un acto "sin precedentes" en el país. "Es uno de los días más negros de Nueva Zelanda", lamentó Ardern.
"Este tipo de violencia no tiene ningún sentido en Nueva Zelandia. Esto no es lo que somos", subrayó en una comparecencia emitida en directo desde Wellington, donde confirmó la detención de tres hombres y una mujer.
La primera ministra afirmó que los cuatro detenidos están siendo interrogados por la policía, al tiempo que precisó que los sospechosos no estaban fichados y estaban "fuera del radar" de los servicios de inteligencia.
Uno de los tiroteos contra las mezquitas de Christchurch fue retransmitido en directo a través de las redes sociales por uno de los asaltantes, que aparece con ropa militar dentro del centro de culto disparando a bocajarro a varias personas con un arma automática de la que cambió el cargador al menos dos veces.
El asaltante se identificó como Brenton Tarrant, de 28 años, originario de Australia, y fue quien transmitió la matanza en directo en Facebook Live a través de una cámara GoPro.
El tiroteo en la mezquita Al Nur fue transmitido en vivo durante 17 minutos por el pistolero, según un despacho The New Zealand Herald.
Tarrant, vinculado a grupos de extrema derecha que defienden el supremacismo blanco, ha hecho público un manifiesto en el que expresa su voluntad de acabar con la vida de todos los inmigrantes.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, confirmó que una persona detenida era un ciudadano nacido en Australia. Lo llamó "un terrorista extremista, violento de derecha".
Sky News informó que la ciudad natal del hombre de Grafton estaba en shock, tratando de llegar a entender cómo un "joven educado" llegó a encontrarse en un camino que llevaba a Christchurch.
El comisionado de policía, Mike Bush, dijo que un hombre, de 28 años, había sido acusado de asesinato y que debía comparecer en el Tribunal de Distrito de Christchurch mañana por la mañana, reportó The New Zealand Herald.
Las fuerzas de seguridad han ordenado el cierre de todas lasmezquitas de Nueva Zelandia por seguridad, mientras que los colegios y edificios públicos de Chrischurch, en la Isla Sur, también se encuentran cerrados.
Las autoridades de Nueva Zelandia elevaron la alerta al máximo nivel y recomendaron a los habitantes de las zonas donde se han producido los ataques que permanezcan en sus casas.
La policía neozelandesa incautó dos artefactos explosivos y varias armas de fuego en el vehículo de uno de los detenidos.