A un mes siete días de que dio inicio la contingencia por el coronavirus en el Estado de México, la situación para los médicos mexiquenses ha sido complicada, principalmente durante la reciente etapa tres y es que los casos van en aumento, lo que implica que las atenciones se multipliquen como en el caso del Hospital Adolfo López Mateos, declarado nosocomio COVID-19.
Desde las ventanas del cuarto piso, se puede observar el ir y venir de doctores y enfermeras quienes portan trajes especiales, cubrebocas, lentes y caretas, equipo que los distingue de los demás, porque son ellos quienes atienden a personas contagiadas con el virus.