41 reclusas fueron halladas muertas en una prisión para mujeres de Honduras, tras un presunto enfrentamiento entre miembros de pandillas rivales. Las víctimas murieron "en su mayoría calcinadas y otras tiroteadas", así lo dijo el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, a la agencia de noticias Reuters.
Aunque no dieron detalles sobre las causas que originaron del conflicto.
La presidenta de una asociación de familiares de presos, Delma Ordóñez, dijo que durante la madrugada ocurrió un enfrentamiento entre miembros de las pandillas rivales Mara 18 y la Mara Salvatrucha MS-13 en la prisión, donde hay unas 900 reclusas. Ordóñez dijo que la reyerta y el incendio en el Cefas ocurrieron supuestamente después de que las autoridades notificaron nuevas reglas al interior de la cárcel.
Familiares de las reclusas llegaron al penal preguntar por sus seres queridos. En el centro opera una sala donde hay 23 niños que son hijos de las presas, según Evelyn Escoto, Comisionada del estatal Centro Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles Inhumanas o Degradantes (CONAPREV).
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ordenó una "intervención inmediata" en la cárcel tras declarar una emergencia por la riña y aseguró que las autoridades no van a tolerar actos vandálicos ni tampoco irregularidades".
Se ha "reactivado el vandalismo y mujeres, con armas y pasamontañas, generaron incendios", pero el fuego ya fue controlado por el Cuerpo de Bomberos de Honduras, informó Villanueva, que ha sido designada por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, para liderar una intervención de las cárceles del país.
Las autoridades hondureñas anunciaron el pasado 18 de abril un conjunto de medidas para poner orden en las cárceles del país que implican el bloqueo de llamadas de celulares, un desarme real de los presos y la clasificación de los reos por peligrosidad.
En las cárceles de Honduras impera la sobrepoblación y el hacinamiento, además de la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, y las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.
(Con información de Reuters, EFE y AFP)