La misión OSIRIS-REx de la NASA llegó al asteroide cercano a la Tierra Bennu hace un año y la roca espacial giratoria ha estado llena de sorpresas. Los últimos hallazgos ahora lo clasifican como un asteroide activo con eventos observables que ocurren en la superficie.
OSIRIS-REx y Bennu se encontraron cara a cara el 3 de diciembre del año pasado. OSIRIS-REx ha estado orbitando el asteroide, que está a 112 millones de kilómetros de la Tierra, desde el 31 de diciembre de 2018. Es un asteroide "pila de escombros", una agrupación de rocas unidas por la gravedad en lugar de un solo objeto.
La mayor sorpresa de la misión sucedió solo unos días después, cuando ocurrió una observación inesperada que señaló actividad en Bennu, dijeron los investigadores de la misión. Detectaron columnas de partículas que se expulsaban de la superficie el 6 de enero, seguidas de columnas más pequeñas el 19 de enero y el 19 de febrero.
Antes del acercamiento cercano de la nave espacial hace un año, no podían estar seguros de si había alguna actividad en Bennu. Ahora lo saben con certeza, lo que convierte a Bennu en un asteroide activo que regularmente expulsa material al espacio. Esto no solo es raro, sino que también es la primera vez que los científicos han tenido observaciones de cerca de columnas de partículas en erupción desde la superficie de un asteroide, dijo la NASA.
Las partículas varían desde centímetros de un solo dígito hasta decenas de centímetros de longitud, y algunas de ellas se mueven lentamente mientras que otras avanzan rápidamente a través del espacio interestelar. Algunas vuelven a caer sobre la superficie del asteroide, mientras que otras entran en órbita a su alrededor, como pequeños satélites.
Se expulsaron alrededor de cien partículas durante cada evento en enero y febrero. Los tres eventos ocurrieron en diferentes lugares específicos del asteroide. Y todo sucedió durante lo que podría llamarse el final de la tarde en Bennu. Ninguno de ellos representaba un riesgo para la nave espacial. Los investigadores notaron que no pueden descartar posibles eventos de eyección que ocurrieron antes de que la nave espacial llegara al asteroide en diciembre de 2018.
También observaron partículas persistentes que orbitan alrededor del asteroide, seis de las cuales revisarán en futuras observaciones.