El fin de las clases y la llegada de las vacaciones de verano causan en los menores un aumento de peso de entre 1 y 3 kilos, debido a la mala alimentación y la poca actividad física.
Si bien en las escuelas se cuenta con un horario para realizar actividades e ingerir sus alimentos, en casa no es común continuar con estos horarios.
Padres y madres hacen el esfuerzo de mantener una rutina saludable, pero en muchas ocasiones no es llevada a cabo con éxito, lo que lleva al aumento de peso de los más pequeños del hogar.