Las altas temperaturas y el calor extremo pueden hacer que los niños se enfermen desde una deshidratación, agotamiento, calambres e insolación, según lo señalado por lo especialistas en la salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Los médicos señalan que una forma de proteger a los menores de edad es hidratarlos, no exponerlos por tiempos prolongados a altas temperaturas, por lo que en caso de algún síntoma de gripe, dolor de cabeza, deshidratación deben ser llevados a consulta para ser tratados medicamente.
Los niños menores de 4 años y sobre todo los menores de 1 año, son los más vulnerables, ya que su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos porque tienen menor reserva de agua y sudoración y un aparato respiratorio inmaduro.