Roma, 31 oct (EFE).- El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó hoy, en el marco de la cumbre del G20 en Roma, el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO), un ente que promoverá acciones para reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero "responsable de al menos un cuarto del cambio climático actual".
El IMEO, que cuenta también con el apoyo de la Comisión Europea (CE), "mejorará la exactitud de los informes y la transparencia pública de las emisiones de metano de origen humano" y se centrará inicialmente en el sector de los combustibles fósiles para después extenderse "a otros sectores importantes como la agricultura y los residuos", explicó el PNUMA en un comunicado.
El organismo de la ONU recordó que "el metano liberado directamente a la atmósfera es más de 80 veces más potente que el C02 en un horizonte de 20 años", pero que dada la vida atmosférica corta de este gas (de 10 a 12 años), reducir sus emisiones "puede producir la reducción más inmediata de la tasa de calentamiento".
La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, alertó de que para "evitar los peores efectos del cambio climático" se necesita "recortar las emisiones de metano de la industria de combustibles fósiles".
"Las reducciones de metano deben ir acompañadas de acciones para descarbonizar el sistema energético para limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados como se pide en el Acuerdo de París", añadió.
El nuevo observatorio producirá una base de datos pública sobre las emisiones de metano, empezando por el sector de los combustibles fósiles, que permitirá a gobiernos y empresas "enfocar acciones de estratégicas de mitigación y dar apoyo a medidas basadas en la ciencia".
De acuerdo con un reciente estudio del PNUMA y la Coalición Clima y Aire Limpio, reducir las emisiones antropógenas de metano y otras medidas probadas "podría recortar 0,28 grados del aumento de la temperatura media del planeta prevista para 2050".
El IMEO cuenta con una financiación de 100 millones de euros para cinco años, que estará proporcionada por gobiernos y filántropos, así como por la CE como miembro fundador, y "no recibirá financiación de la industria" para "mantener su independencia y credibilidad". EFE