Inauguración en Torreón: Concierto privado genera polémica por falta de transparencia
El pasado 29 de noviembre de 2023, dos días antes de concluir su mandato, el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, fue despedido con un evento en la inauguración de la velaria del Centro de Convenciones de Torreón. El espectáculo, animado por los grupos Flans y Pandora, se celebró en medio de controversias por su falta de transparencia.
El acceso al evento fue restringido y únicamente por invitación privada, lo que generó críticas sobre la exclusión de la ciudadanía general. Antonio Attolini, diputado local por Morena, comentó: "Mientras no haya norma de poder justificar quién, cómo, cuándo y dónde ve y ocupa un espacio, la sospecha prevalece".
Desde el 30 de noviembre del año pasado, se presentaron múltiples solicitudes de información para conocer el gasto del concierto. Tras 36 peticiones y después de la jornada electoral, finalmente se reveló que el contrato fue otorgado a la empresa Showcase Entretenimiento S.A de C.V, representada legalmente por Jorge Mata.
Attolini añadió que el concierto, "presumiblemente, del entonces gobernador, Miguel Ángel Riquelme, se puede sospechar y fundar de que es un evento privado porque no hay una reglamentación que te permita saber por qué ese día y a esa hora ese espacio fue utilizado para eso".
El ex director del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo, José Palacios, subrayó la falta de normativas claras: "No hay una reglamentación de cómo realizarse. Hay prácticas que se hacen, ya sea de la institución o de organismos independientes".
Gustavo García, ex director del Teatro Fernando Soler en Saltillo, criticó la falta de transparencia en la organización del evento: "Entiendo que fue a la sorda, como dicen comúnmente, "se sordearon". Ahí, entraría lo que, en una opinión, es políticamente incorrecto".
La resistencia para liberar información sobre el costo del evento y la opacidad en la distribución de los boletos han generado críticas, considerando que se trató de un evento financiado con recursos públicos, pero al que la ciudadanía en general no tuvo acceso.
En la segunda parte de esta historia, se explorará más a fondo el costo de esta fiesta financiada por el erario de Coahuila, en la que la ciudadanía lagunera no fue invitada.