En los primeros tres trimestres de 2024, las solicitudes de asilo en México han caído casi a la mitad en comparación con el año anterior, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Durante este periodo, el país recibió 58,806 peticiones de asilo, lo que representa una disminución del 48% respecto a las 113,177 solicitudes registradas en 2023. Sin embargo, esta reducción no ha aliviado la saturación de albergues ni la presión en la frontera sur del país.
Los datos revelan que Honduras se ha convertido en el principal país de origen de los solicitantes, con 23,169 peticiones. Le siguen Cuba con 12,612, Haití con 6,188, y El Salvador con 4,601. Esta situación contrasta con el récord de casi 141,000 solicitudes de asilo en todo 2023, que posicionó a México como uno de los países con mayores cifras de refugiados a nivel mundial.
A pesar de la disminución en las solicitudes, la Comar ha tenido problemas para resolver los casos de manera eficiente. Hasta ahora, solo ha resuelto 25,590 casos, y de estos, solo 18,295 han sido aceptados. En Tapachula, una de las ciudades más afectadas por el flujo migratorio, los albergues continúan abarrotados. Lorenza Obdulia Reyes, directora del albergue Todo Por Ellos, advirtió que la situación es insostenible. "Aquí va a llegar un tiempo en el que Tapachula colapsará. Dicen que ha bajado la migración, pero es una gran mentira", afirmó.
Aunque las solicitudes de asilo han disminuido, la migración irregular ha aumentado drásticamente. En la primera mitad de 2024, más de 712,000 personas migraron irregularmente a través de México, lo que representa un aumento del 193% interanual. Este aumento ha afectado a solicitantes de asilo, como Karla Aguilera Ortiz, originaria de Honduras, quien relató que su proceso ante la Comar se prolongó durante ocho meses.
Además, muchos migrantes, como la cubana Yamilet Esquivel, están buscando asilo en Estados Unidos al mismo tiempo que gestionan sus solicitudes en la Comar. Ella comentó que ha tenido una experiencia positiva con la Comar, pero que la competencia por los pocos espacios es feroz. "Estoy aplicando todos los días, es cuestión de suerte", expresó.
El presidente del Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán, atribuye la caída en las solicitudes a la falta de aplicación del artículo 52 de la Ley de Migración. Este artículo establece que los solicitantes de asilo tienen derecho a una visa humanitaria por un año, pero, según García Villagrán, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha dejado de respetar esta normativa. Esto ha llevado a que muchos migrantes, que no desean quedarse en Tapachula, eviten solicitar asilo.
A pesar de la situación, Denise Romero, una migrante hondureña que ya se registró en la Comar, también menciona que la realidad en los albergues no ha cambiado. "Cada vez que voy, hay una barbaridad de gente. Honestamente, como migrante, puedo decir que no se ha reducido, al contrario, se está incrementando", comentó, reflejando la complicada realidad que enfrentan muchos en su búsqueda de un lugar seguro.
Con Información de EFE.