Un grupo de 27 expresidentes de América Latina y España ha solicitado este lunes a los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de México, Claudia Sheinbaum; y de Colombia, Gustavo Petro, que reconozcan a Edmundo González Urrutia como el presidente electo de Venezuela.
Este pedido forma parte de una declaración emitida por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), que agrupa a exjefes de Estado de la región.
Los exmandatarios han criticado los gobiernos mencionados por lo que consideran un "comportamiento omisivo", al no reconocer a González Urrutia, a quien califican como el presidente legítimamente elegido por los venezolanos en las elecciones del pasado 28 de julio. Durante ese proceso electoral, las autoridades declararon vencedor a Nicolás Maduro, lo que ha sido rechazado por la oposición venezolana y los firmantes de la declaración.
El IX Diálogo Presidencial, celebrado en Miami los días 16 y 17 de octubre, concluyó que los comicios fueron un fraude y que Maduro ha falsamente reclamado la victoria. Según la oposición venezolana y las actas electorales que han hecho públicas, el verdadero ganador fue González Urrutia, quien actualmente se encuentra exiliado en España.
Los expresidentes urgen a los gobiernos de Brasil, México y Colombia a reconocer oficialmente a González Urrutia como presidente antes del 10 de enero de 2025, fecha en la que consideran debe asumir el cargo. En su declaración, advierten que de no hacerlo, esos países estarían colaborando con lo que llaman "el régimen represor de Venezuela" y sus violaciones de derechos humanos.
El grupo también acusó al poder electoral de Venezuela de estar controlado por Maduro, denunciando que se ha negado a presentar los resultados electorales completos, violando así la Constitución y las leyes venezolanas.
Entre los firmantes de la declaración se encuentran expresidentes como Felipe Calderón (México), Iván Duque (Colombia), José María Aznar (España) y Mauricio Macri (Argentina), entre otros líderes latinoamericanos. Estos ex jefes de Estado ven en la situación venezolana una amenaza a la democracia en toda la región si no se reconoce al que consideran el verdadero ganador de las elecciones.