Durante tres décadas, se han perdido diez mil hectáreas del bosque de Ocuilan por la tala clandestina, por ello el presidente municipal, Felix Linares, solicitó la intervención de la Guardia Nacional.
Señaló que la tala clandestina es un crimen ambiental organizado que ha corrompido a funcionarios públicos, policías y hasta los mismos pobladores.
Informó que se busca el apoyo del gobierno federal y estatal para instalar retenes en los accesos para evitar el traslado de la madera.
Aunado a ello, informó que se plantaran un millón de árboles otorgados por Bienes Comunales y gobierno municipal.