La pobreza es un mal que aqueja a un porcentaje muy elevado de la población mexiquense.
Un mal que pese a estrategias gubernamentales, programas sociales y acciones impulsadas por organizaciones civiles, no ha podido erradicarse.
Ante la incertidumbre económica, esta condición se extiende de manera alarmante.
De acuerdo a datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 24 de los 32 estados del país incrementó la pobreza laboral, incluido el Estado de México.
Esto trae cómo consecuencia un aumento en el número de personas que se encuentran en vulnerabilidad.
Datos del CONEVAL arrojan que en el último trimestre del año 2020 la población que no puede adquirir la canasta básica alimentaria aumentó 3.4 por ciento con respecto al mismo periodo de 2019.
Aumentos en el costo de mercancías cómo frutas, verduras, alimentos diversos y energéticos, así cómo el incremento de la población desocupada y la incertidumbre económica, han ocasionado que disminuya el porcentaje de personas con la posibilidad de adquirir la canasta básica.
Estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, señalan que para el cierre del primer semestre del año, la pobreza aumentará un 37.3 por ciento en México.
De acuerdo con el CONEVAL la línea de bienestar mínimo y la línea de pobreza extrema por ingresos en el Estado de México, aumentó 8.4 puntos porcentuales al pasar de 38.2 por ciento a 46.6 por ciento, entre el tercer trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2020.
Esto se traduce en un aumento acelerado en el número de personas que se encuentran en situación vulnerable y por lo tanto, incapacidad de recibir ingresos suficientes para vivir.