Más de 1,100 millones de personas en el mundo viven en pobreza aguda, según un informe reciente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esta cifra alarmante representa aproximadamente uno de cada ocho ciudadanos del planeta, y destaca que la mitad de estos afectados son menores de edad
El informe, que se basa en el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), revela que los conflictos bélicos intensifican las privaciones económicas y sociales. En los países afectados por conflictos, las carencias son tres veces más severas que en entornos pacíficos. Por ejemplo, el acceso a servicios básicos como electricidad y agua potable es drásticamente limitado; más de una de cada cuatro personas pobres en zonas de conflicto carece de electricidad, mientras que solo poco más del 5% enfrenta esta privación en regiones más estables.
El jefe de estadísticas del PNUD, Yanchun Zhang, enfatiza que "la lucha por las necesidades básicas es una batalla mucho más dura y desesperada" para aquellos que viven en escenarios de conflicto. En total, se estima que 455 millones de personas que viven en condiciones de pobreza multidimensional residen en países expuestos a conflictos violentos
La situación es especialmente crítica en las zonas de conflicto, donde la pobreza aguda afecta a un promedio del 34.8% de la población, en comparación con solo el 10.9% en países en paz.
El informe abarca datos de 112 países, donde residen aproximadamente 6,300 millones de personas. Los hallazgos indican que la pobreza afecta más a las áreas rurales (28%) que a las urbanas (6.6%). Además, los jóvenes menores de 18 años son los más afectados, con un índice del 27.9%, en comparación con el 13.5% entre los adultos.
Los cinco países con mayores niveles de pobreza son:
En América Latina, alrededor del 5.8% de la población (34 millones) vive en pobreza multidimensional, siendo Haití el país con la mayor tasa (41.3%), seguido por Guatemala (28.9%)
La directora de la Iniciativa de Oxford sobre Pobreza y Desarrollo Humano, Sabina Alkire, señala que los conflictos no solo generan "profundas y duraderas cicatrices" en las vidas humanas, sino que también complican los esfuerzos para reducir la pobreza. Ella subraya la necesidad urgente para la comunidad internacional de enfocarse en estrategias que promuevan tanto la reducción de la pobreza como una paz duradera.
Con el número actual de conflictos alcanzando niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial, es crucial implementar intervenciones específicas para ayudar a las poblaciones vulnerables afectadas por estas crisis. Achim Steiner, administrador del PNUD, destaca que "necesitamos los recursos necesarios para llegar a estas personas con intervenciones especializadas" que puedan romper el ciclo entre pobreza y conflicto.