Autoridades sanitarias de Portugal investigan la repentina muerte de Sonia Azevedo, auxiliar en cirugía pediátrica del Instituto Portugués de Oncología de Oporto, y quien falleció el 1 de enero mientras dormía.
La muerte de la empleada sanitaria de 41 años ocurrió dos días después de haber recibido una dosis de la vacuna de Pfizer contra Covid-19. Por lo que a través de un comunicado el el Instituto Portugués de Oncología de Oporto informó que el deceso se produjo "de forma súbita" y "no se notificó ningún efecto indeseable ni en el momento de la vacunación, ni en los días posteriores".
En el mismo comunicado la administración del Instituto subrayó que las causas de la muerte de Azevedo todavía se desconocen y se determinarán solo en la autopsia; Sin embargo, la familia de la mujer exige que se determine la exactitud de la muerte debido a que no presentaba síntomas que pudieran atribuirse a la reacción de la vacuna.