El Gobierno portugués ha anunciado este sábado el confinamiento de los municipios con riesgo elevado de contagio de coronavirus a partir del 4 de noviembre.
Esta medida alcanza al 70 % de la población, que solo tendrá permitido salir de casa para actividades imprescindibles como trabajar, ir al colegio o comprar. No obstante, el país no cerrará escuelas, establecimientos comerciales ni restaurantes.