El Estado de México genera alrededor de 200 mil toneladas diarias de desechos., donde la mayoría va a quedar a tiraderos a cielo abierto.
En su mayoría son terrenos los cuales no están habitados y no cuentan con supervisión de dueños o autoridades.
Son los residuos orgánicos e inorgánicos de la población los que van a terminar en estos sitios, causando un severo foco de infección, mal olor, suciedad y enfermedades.
Por otro lado, la contaminación también es de manera visual, pues el aspecto que brinda un terreno sucio perturba a la sociedad, pero también la invita a replicar las acciones de contaminación.
A pesar de que estos tiraderos clandestinos son ilegales y las sanciones van desde 24 a 36 horas de arresto y una multa que asciende los 8 mil pesos, siguen surgiendo a lo largo de la capital Mexiquense.