La pseudociencia se basa en creencias, prácticas, métodos, supuestos o declaraciones que se presentan como científicas y basadas en evidencia, pero que no siguen un método científico.
De ahí que no sea del todo avalada por los expertos.
Es en la medicina donde se ha alternado con mayor frecuencia la pseudociencia por las llamadas medicinas alternativas, y las complementarias, lo que muchas veces complica la salud del paciente.
Fue durante la emergencia por COVID-19 que esta práctica tomó un auge importante por las llamadas pseudoteori?as, que ofrecen explicaciones simples a problemas complejos y con ello la ilusio?n de comprender un tema sanitario.
En el argot científico se les conoce como negacionistas de la ciencia, que nacen de la desconfianza del ciudadano hacia temas de interés.
Uno de los ejemplos más marcados de la pseudociencia es la Astrología, cuando se cree en que la posición de los astros en el momento de nacimiento de un niño tiene una influencia marcada en su carácter, su destino y sus relaciones con los demás.
Una creencia que científicamente no está avalada pero que muchas personas dan por hecho, sin necesidad de que pasará por el riguroso método científico.
Uno más es el llamado Feng Shui, que explica las llamadas corrientes energéticas de las personas a través de la orientación para lograr una armonía terapéutica, lo cual tampoco esta avalado por la ciencia.