El "ghosting" es un término que se ha popularizado en los últimos años, especialmente en el contexto de las citas y relaciones románticas y se refiere a la acción de desaparecer de la vida de alguien sin previo aviso ni explicación, ya sea a través de una conversación en redes o en la vida real.
Este término que hemos adoptado del inglés y que puede traducirse como "hacerse el fantasma", resulta una práctica que pudiera parecer inofensiva, pero sus consecuencias en el desarrollo emocional de los jóvenes y adolescentes son profundas y preocupantes.
Según un estudio realizado por la Universidad de North Texas, indican que el 75% de la población entre 15 a 25 años ha realizado al menos una vez el "ghosting".
Esta práctica puede generar sentimientos de depresión, ansiedad y aislamiento social, haciendo que los jóvenes comiencen a dudar de su propio valor y a cuestionar su capacidad para conectarse con los demás.
Decir adiós no siempre es fácil, pero un enfoque más consciente hacia las emociones propias y ajenas puede ayudar a la construcción de relaciones más saludables y significativas.