Las reforestaciones se intensificaron en los últimos meses tras la ola de calor que se generó en el Estado de México, sin embargo plantar árboles en cualquier espacio o terreno más que ayudar a crear áreas verdes o contribuir con los bosques, ha provocado que ciertas especies mueran.
Las inmediaciones de la zona boscosa en el Nevado de Toluca se ha convertido en el lugar perfecto de cientos de personas para plantar un árbol, sin embargo su suelo muchas veces afecta a los árboles que no cumplen con las características para que se pueda desarrollar en esa zona.
Actualmente la masa forestal mexiquense aumentó más de 15 mil hectáreas y más de 36 mil hectáreas se recuperaron e incorporaron a la superficie boscosa.