El sacerdote italiano Paolo Glaentzer, arrestado tras ser presuntamente sorprendido cuando trataba de abusar de una niña de 11 años en un coche, explicó que "el diablo" le puso "una zancadilla".
"Hay simpatía mutua con la niña, cuando me enteré de que tenía 11 años... yo creí que tenía al menos 15", dijo el religioso de 70 años, quien admitió que "fue una estupidez " y expresó que "siente mucho lo que sucedió".