Según la Profepa, el mercado ilegal de animales contribuye a la extinción de especies en su hábitat natural.
Las sanciones aplicadas para quien realiza el tráfico ilegal de ejemplares, derivados de la flora y fauna silvestre, se castiga con penas de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de 300 a tres mil días de salario.
Se aplica una pena adicional hasta de tres años de prisión y hasta mil días multa adicionales, cuando las conductas descritas en el presente artículo se realicen en o afecten un área natural protegida, o cuando se realicen con fines comerciales.