A Santiago Giménez no le hizo falta más que media hora para presentar sus credenciales ante los siempre complicados ojos de la Liga de Campeones, esos que vieron cómo el mexicano se agigantó en el día más importante para liderar a los de Rotterdam con un doblete en un examen de nivel ante el Lazio (3-1) clave para soñar con los octavos de final.
Un depredador del área compareció en el Estadio De Kuip este miércoles sabedor de que los focos apuntaban en buena medida hacia su espalda, a ese dorsal '29', pero consciente de estar más que preparado para el reto ante un conjunto italiano que se presentó solo ante el peligro en los Países Bajos, desnudo sin su afición por la mala relación entre las hinchadas.
No tardó en dejar muestra de sus ganas por dejar su importa en la máxima competición de clubes y a las primeras de cambio tuvo la oportunidad de abrir el marcador con un testarazo que se estrelló con el lateral de la red.
Una acción que ya dejó ver la excesiva pasividad con la que la defensa 'biacoceleste' saltó al verde, evidenciada pocos minutos después de una mala decisión de Marusic que acabó con Giménez superando a Provedel con algo de fortuna en lo que pudo ser su estreno goleador en la 'Champions', frustrado por el VAR y un ligero fuera de juego cuando inició su desmarque.
El mexicano, conocido como el 'Bebote', dominó a la zaga visitante sin aparente problema, exhibiendo una confianza y superioridad que envalentonaron más todavía a un Feyenoord mucho mejor plantado que aceleró tras el tanto anulado, hundiendo a un Lazio desconocido, superado claramente por los neerlandeses.
Y el castigo para los italianos no tardó en llegar. El verdugo, como no podía ser de otra manera, fue Giménez, que en el minuto 31 cumplió con las expectativas generadas y finalizó una contra de los suyos que nació de un error en salida de los 'laziali'. El mexicano recibió de espaldas, aguantó a su par, se giró y colocó con su zurda el disparo pegado al palo, imposible para Provedel.
No reaccionó el Lazio, claramente inferior. Solo Luis Alberto intentó tirar del carro y poner algo de cordura en un centro del campo muy superado. Pero justo cuando pareció que podía llegar el despertar de los italianos, precisamente tras una gran jugada coral que acabó con un remate del centrocampista español, llegó el segundo de los neerlandeses con un zapatazo de Zerrouki, que ya había avisado dos veces y a la tercera no falló con un disparo sin oposición desde la frontal.
Volvió a salir mejor el Feyenoord tras el descanso con una ocasión clara de Paixao en el minuto 50, pero pudo el Lazio meterse de lleno en el partido con un gol cantado de Castellanos, que entró por un Immobile irreconocible esta temporada, que falló a puerta vacía para desesperación propia y de sus compañeros.
Mantuvo el control el combinado de Rotterdam y Giménez certificó el doblete que el VAR que le arrebató con un gol de delantero de área, atento al rechace que dejó Provedel tras una intervención casi milagrosa para sentenciar el choque a puerta vacía y cerrar su debut mágico con una ovación al ser sustituido poco después.
Con la victoria ya en el bolsillo, se relajó el Feyenoord y el Lazio consiguió recortar distancias por medio de Pedro, que convirtió desde los once metros el innecesario penalti que López cometió sobre el 'Taty' Castellanos.
El Lazio maquilló en los minutos finales y con el tanto su mala actuación, un partido en el que estuvo en todo momento a merced del Feyenoord de Santiago Giménez, un nuevo depredador de la Liga de Campeones que se presentó a los ojos de Europa con un partido gigante que culminó con un doblete en su estreno en el máximo nivel EFE