El Consejo Consultivo del Agua asegura que nuestro país vive una situación de estrés hídrico grave. Y es que, de acuerdo con el INEGI, 21.3 millones de mexicanos no tienen red de agua.
Cerca de 9 millones no tienen ningún tipo de acceso al agua. Tan solo en el reparto de agua, el 76 por ciento se utiliza en la agricultura, 14 por ciento en abastecimiento público, 5 por ciento termoeléctricas y 5 por ciento en la industria.
El Estado de México tiene un estrés hídrico considerado como extremadamente alto y estimado en un 80 por ciento, según datos del Instituto de Recursos Mundiales, lo que empieza a encender los focos rojos y se vuelve un tema de preocupación.
Presas monitoreadas por la Comisión Nacional del Agua reportan un nivel de apenas 60 por ciento de almacenaje en su conjunto. Zonas como el Valle de México tendrán un fuerte impacto durante mayo a junio porque sus presas están por debajo del 50 por ciento.
La entidad mexiquense hasta 2019 contaba un estrés hídrico de 4.76 puntos, con lo cual se coloca en el quinto lugar a nivel nacional, esto de acuerdo con el Atlas de Estrés Hídrico Aqueduct.