El Senado de Argentina comenzó hoy una histórica sesión especial en la que decidirá si legaliza el aborto, después de cuatro meses de un intenso y polarizado debate social.
El presidente del Senado, Federico Pinedo, quien se opone al proyecto debido a sus convicciones religiosas, dio por iniciada la sesión a las 10:30 hora local, la cual se prevé culminará antes de medianoche.
El pasado 13 de junio, la Cámara de Diputados aprobó la legalización del aborto hasta la semana 14 sin mayores requisitos que el pedido expreso de la mujer, y después de este lapso sólo si está en riesgo la vida de la persona gestante o del feto.
La iniciativa fue enviada al Senado para su ratificación o rechazo, pero como es un órgano tradicionalmente más conservador, por ahora el proyecto cuenta con 38 votos en contra, 31 a favor y dos indecisos.
Sin embargo, el movimiento feminista realizará una manifestación en el Congreso con la participación de millones de mujeres que esperan que su presencia incline la balanza en favor de la legalización.
La Plaza del Congreso amaneció dividida con rejas para evitar que se mezclarán los grupos que apoyan y los que rechazan el proyecto que, en caso de ser aprobado, convertiría a Argentina en el tercer país de América Latina después de Cuba y Uruguay en tener aborto legal.
El debate parlamentario comenzó en abril pasado, luego de que el presidente Mauricio Macri anunció de manera sorpresiva que habilitaría el debate por la legalización del aborto a pesar de que él está en contra.
Durante estos cuatro meses, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado desfilaron decenas de especialistas en la salud y activistas que explicaron que en la legalización impide que sigan muriendo las mujeres que se practican abortos clandestinos, sobre todo las de escasos recursos.
También explicaron que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho de las mujeres que ya fue aprobado en los países más desarrollados y que no trajo mayores complicaciones en esas sociedades.
Por el contrario, quienes rechazan el aborto, impulsados por las iglesias católica y evangélica se basaron principalmente en sus creencias religiosas y denunciaron que el aborto es "un holocausto" financiado por organizaciones internacionales.
La legalización del aborto se convirtió en un debate central durante los últimos meses en los medios de comunicación, las familias y las calles, en donde se masificó el pañuelo verde que simboliza el apoyo al proyecto.
Aunque en el inicio de la sesión el escenario es de rechazo mayoritario al aborto legal, las feministas argentinas ya advirtieron que nos las subestimen ya que continuarán y reforzarán esta lucha.
De acuerdo con los datos oficiales, desde 1983 hasta la fecha en Argentina murieron por lo menos tres mil 030 mujeres por haberse sometido a abortos clandestinos y que hubieran sobrevivido en caso de haber tenido acceso a las condiciones sanitarias adecuadas.
Además, las complicaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo han sido la primera causa de mortalidad materna durante los últimos 30 años.
Cada año, aquí se practican alrededor de 450 mil abortos y se registran casi 49 mil internaciones derivadas de complicaciones en abortos clandestinos, un promedio de 135 diarias, lo que se evitaría si se legalizara el aborto a través de pastillas, ya que así no se requiere ingreso hospitalario.