Los ayuntamientos, edificios gubernamentales y edificios administrativos, no tienen la capacidad de cosechar agua de lluvia debido a los gastos que implica la infraestructura para lograrlo.
De acuerdo con Dante Álvarez, Profesor de Diseño Urbanístico de la Universidad Autónoma del Estado de México, estos edificios no tienen lo necesario para recolectar agua de lluvia debido a que las constructoras trabajan para edificar con lo mínimo, dejando de lado la posibilidad de adaptar los edificios para recolectar líquido pluvial.
Así, hoy en día, la mayoría de casas y edificios están diseñados para que el agua de lluvia termine en drenajes, cuando podría tener otros usos, principalmente cuando existe escasez.