Uno de los manifestantes que asaltó el Capitolio en Estados Unidos, entró a la oficina de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y subió los pies al escritorio. El caos se apoderó de Washington cuando el Congreso se disponía a confirmar al demócrata Joe Biden como próximo presidente.
Pese a que El Pentagono autorizó el despliegue de la fuerza militar armada para poner fin a los disturbios suscitados a las afueras y al interior del Congreso de Estados Unidos, los simpatizantes siguieron vandalizando el lugar.
Los violentos manifestantes causaron destrozos. Voltearon mesas, bajaron fotos de las paredes y dejaron un mensaje encima del escritorio de la congresista en el que se lee la frase: "No nos rendiremos".