Por: Abel Martínez Luna
Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, declaró "Creo que la elección directa de jueces representa un riesgo para el funcionamiento de la democracia en México y la integración de las economías de Estados Unidos México y Canadá bajo el amparo del T-MEC".
Esta declaración encendió las alertas.
Expertos afirman que Estados Unidos y Canadá están preocupados por las reformas constitucionales, principalmente la del Poder Judicial; pero destacan que aunque los cambios pueden generar incertidumbre, más disputas y denuncias contra México, el tratado seguirá.
Kenneth Smith Ramos, exjefe de la negociación técnica para el T-MEC, expone, "Podríamos inclusive ver la posibilidad de paneles arbitrales en contra de México, pero eso no quiere decir que el tratado esté en riesgo".
Resaltan que el T-MEC tiene un mecanismo robusto para solucionar conflictos, por lo que si la elección de jueces por voto popular abonara a escenarios de corrupción, como advierten Estados Unidos y Canadá, y se afectara a sus empresas, podrían denunciar a México.
José Ignacio Martínez Cortés, economista, destaca "Si se diera el caso con la mano en la cintura ambos países pudieran apelar al capítulo 27 y sancionar a México".
En el capítulo 27 los tres países se comprometen a prevenir y combatir la corrupción.
Y el capítulo 31 establece cómo solucionar problemas mediante consultas y paneles, donde se dirime si se viola el tratado, las sanciones y los acuerdos.
Hasta ahora se han solicitado cuatro consultas entre los tres países, una de éstas de Estados Unidos a México para para revisar la Ley de Electricidad que prioriza a la CFE sobre empresas estadounidenses, donde México busca una solución por la vía conciliatoria para evitar un panel y eventuales sanciones.
El comercio entre México-Estados Unidos ha crecido más de 50% en los últimos años, 80% de las exportaciones van a EE.UU., de las que dependen 9 millones de empleos y se prevé que la relación crezca más.
Larry Rubin, presidente de American Society México, explica, "buscan robustecer el comercio México-EE.UU. y Canadá y sin duda como me lo ha externado la misma doctora Sheinbaum se buscan estrategias para traer más capital estadounidense a México y la creación de mayores fuentes de empleo generados por este capital".
Sin embargo, expertos admiten que las reformas generan incertidumbre y podrían afectar la confianza de los inversionistas, de cara a la revisión del tratado programada en 2026.
Para Antonio Ruiz Porras, economista, "se necesita brindar confianza a la inversión, mientras esto no exista las posibilidades de una negociación en mejores condiciones van a ser mínimas".