Los talibanes celebraron con disparos al aire y fuegos artificiales la retirada definitiva de las tropas estadounidenses en Afganistán.
La celebración se realizó en el aeropuerto de Kabul, con los agentes de las fuerzas especiales y la bandera de dicho país.
El principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, llevó a un grupo de responsables sobre las pistas. Su rostro lucía una gran sonrisa.
Las fuerzas especiales talibanas, llamadas "Badri 313", con sus trajes de camuflaje impecable, posaban para las fotos, alzando armas estadunidenses y enarbolando la bandera blanca del movimiento, en la que está escrito en negro el inicio de la "shahada" (profesión de fe islámica).
El aeropuerto civil de Kabul, considerado durante mucho tiempo como uno de los lugares más seguros del país, fue saqueado. En el suelo se podían ver cartuchos vacíos cerca de todos los accesos.
En los 15 días que siguieron a la toma del poder de los fundamentalistas el 15 de agosto, las inmediaciones del aeródromo fueron ocupadas por una inmensa multitud que intentaba desesperadamente subir a uno de los vuelos de evacuación de la comunidad internacional.
Muchos afganos fueron retenidos en el exterior de esta zona en una serie de puestos de control de los talibanes.
El martes, todas estas barreras en la carretera que lleva al aeropuerto fueron desmanteladas, excepto una.
El portavoz de los talibanes informó que "se celebró una reunión de tres días del Consejo de Liderazgo del Emirato Islámico de Afganistán en la provincia de Kandahar bajo la presidencia del Líder Supremo del Emirato Islámico, Hibaullah Akhundzada".