Casi un mes después de las elecciones, y con sus múltiples denuncias de "fraude" desestimadas en los tribunales por falta de pruebas, el presidente estadounidense Donald Trump comienza a reconocer su derrota ante el demócrata Joe Biden, quien asumirá el cargo en enero.
En ese tiempo, su agenda pública ha quedado reducida a la mínima expresión, y sólo ha comparecido para atribuirse el logro de haber facilitado el desarrollo de vacunas para enfrentar la pandemia de la Covid.
Atrás quedan sus ruedas de prensa interminables y su querencia por las cámaras, y Trump ahora se limita a jugar al golf y denunciar desde su cuenta de Twitter el "robo" y "fraude" electoral, sin embargo, los tribunales han ido uno a uno desestimando la práctica totalidad de las denuncias del mandatario.
"Decir que una elección es injusta no hace que lo sea. Los cargos requieren acusaciones específicas y después pruebas. No tenemos ninguna de las dos cosas aquí", señaló este viernes el juez Stephanos Bibas, de la corte de Apelaciones de Filadelfia (Pensilvania). Bibas, de hecho, fue nombrado por el propio presidente Trump para el cargo.
Este sábado se conoció, además, que el recuento de votos pedido por la campaña de Trump en el condado de Milwaukee, en Wisconsin, agregó 132 votos al ya amplio margen de victoria de Biden. En la última semana se han oficializado los resultados en Pensilvania, Michigan y Georgia, tres de los estados claves que Trump perdió en las elecciones y que apuntalan la victoria del demócrata.