Tres personas han muerto por un brote de fiebre amarilla detectado en el centro de Kenia, informó este sábado el Gobierno del país africano, que no registraba casos indígenas de esta enfermedad desde los años noventa del pasado siglo.
"El primer caso se detectó el 12 de enero de 2022" en el condado de Isiolo, afirmó en un comunicado publicado en medios locales el director general keniano de Salud, Patrick Amoth.
Hasta la fecha, quince pacientes han presentado en ese condado síntomas de la enfermedad como fiebre, ictericia y dolor muscular y en las articulaciones, de los que el más joven tiene 11 años y el mayor 65 años.
"Lamentablemente, hemos registrado tres muertes hasta ahora. De las seis muestras analizadas en el KEMRI (siglas inglesas del Instituto de Investigación Médica de Kenia), tres dieron positivo", señaló Amoth.
Las autoridades sanitarias han emitido una alerta que afecta a los 47 condados del país y están movilizando recursos -incluidas vacunas- para atajar el brote, especialmente en Isiolo y los condados limítrofes.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica y transmitida por mosquitos que puede causar la muerte.
El virus es endémico en zonas tropicales de África y de América Central y Sudamérica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La fiebre amarilla puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y asequible, de la que una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo.
La vacuna ofrece una inmunidad efectiva al 99 % de las personas vacunadas en un plazo de 30 días.