Donald Trump, candidato presidencial republicano, anunció el martes que, de ser elegido en las elecciones del 5 de noviembre, impondrá un arancel del 100% a todos los automóviles que ingresen a Estados Unidos desde México. Esta declaración se realizó durante un mitin en Georgia, donde el ex presidente enfatizó que la única forma de evitar este arancel sería estableciendo una planta de producción en territorio estadounidense, operada por los mismos fabricantes que deseen exportar vehículos al país.
En 2023, aproximadamente el 80% de los vehículos producidos en México fueron exportados, principalmente a Estados Unidos. Esto hace que cualquier cambio en las políticas arancelarias tenga un impacto inmediato y profundo en el sector.
Trump también presentó un ambicioso plan para revitalizar la industria manufacturera estadounidense, proponiendo una reducción de la tasa impositiva al 15% para las empresas que fabriquen productos dentro del país. Este enfoque busca incentivar la producción nacional y disminuir la dependencia de importaciones, especialmente en un contexto donde China ha mostrado interés en establecer plantas automotrices en México.
"Va a ser un renacimiento. Pero esta horrible pesadilla para los trabajadores estadounidenses termina el día en que preste juramento al cargo, el 20 de enero", afirmó Trump en su discurso, subrayando su compromiso con la reindustrialización
El candidato republicano advirtió sobre las implicaciones económicas de permitir que los vehículos fabricados en México ingresen sin restricciones arancelarias. Según él, esta medida no solo protegería los empleos estadounidenses, sino que también fomentaría un ambiente más competitivo para la industria local. Además, Trump mencionó su intención de establecer "zonas especiales" de tierras federales con impuestos y regulaciones significativamente reducidos para atraer a los productores estadounidenses.
Durante el mitin, Trump centró su mensaje en la importancia de comprar productos fabricados en Estados Unidos y cómo esto podría transformar la economía nacional. La propuesta de imponer aranceles severos a los automóviles importados se presenta como parte de una estrategia más amplia para fortalecer la manufactura local y garantizar que los beneficios económicos se queden dentro del país.
Para importar vehículos desde Estados Unidos a México, existen varios impuestos aplicables. Por ejemplo, el Impuesto General de Importación (IGI) es del 10% para vehículos usados ??y puede llegar hasta el 20% para autos nuevos. Además, se debe considerar el IVA y otros costos administrativos.
La reacción a estas propuestas ha sido mixta. Algunos analistas consideran que tales aranceles podrían generar tensiones comerciales adicionales con México y otros países, mientras que otros ven en esta política una oportunidad para revitalizar sectores industriales que han sido golpeados por la globalización y el outsourcing.