Donald Trump demandó a Facebook y su CEO Mark Zuckerberg, a Twitter y su CEO Jack Dorsey debido a que sus cuentas fueron dadas de baja de las plataformas. El presidente de Estados Unidos también presentó una demanda colectiva contra YouTube, que afecta a Sundar Pichai, director ejecutivo de la empresa matriz de YouTube, Google, en lugar de a la directora ejecutiva de YouTube, Susan Wojcicki.
Las tres redes sociales evitaron hacer comentarios al respecto.
Las compañías rechazan sistemáticamente las afirmaciones de que sus plataformas discriminan en función de la ideología partidista.
El magnate había emitido más de 55 mil mensajes durante más de once años y ya tenía 89 millones de seguidores en dicha red social.
Twitter suspendió permanentemente la cuenta de Trump ante "el riesgo de una mayor incitación a la violencia".
Durante cuatro años, Jack Dorsey se había resistido ante las solicitudes de liberales y otras personas de cancelar la cuenta de Trump, con el argumento de que la plataforma era un lugar en el que los líderes mundiales podían expresarse, aunque sus posturas fueran atroces.
Las empresas de redes sociales eliminaron el acceso de Trump a sus plataformas a causa del motín del 6 de enero en el Capitolio.