El presidente Donald Trump apostará a un cierre parcial de gobierno como una maniobra política para ganar apoyo popular al endurecimiento de su política migratoria e intensificar la presión para obtener los fondos para construir el muro en la frontera con México.
El mandatario dijo que él no hace nada sólo por ganancias políticas al referirse a la caravana de inmigrantes procedentes de Centroamérica, y aludiendo al incidente ocurrido el domingo en el cruce fronterizo de Tijuana.
Ese día cientos de migrantes trataron de cruzar en avalancha por ese puerto terrestre, pero lo que agentes de la Patrulla Fronteriza utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos, además de detener a más de medio centenar.
"La gente ve a la frontera. Ellos ven la avalancha hacia la policía, ellos a quienes lanzan piedras y realmente hiriendo a tres gentes, tres bravos patrulleros fronterizos. Creo que es un enorme tema, pero más importante, se necesita realmente, y por eso debemos de tener seguridad fronteriza", dijo.
Autoridades de la Secretaría de Seguridad Interna (DHS) dijeron que los inmigrantes lanzaron objetos contra los agentes patrulleros, aunque hicieron notar que todos estaban protegidos con equipo antimotines, sin confirmar lo dicho por el mandatario.
Aunque los republicanos en la Cámara de Representantes dijeron hoy que los cinco mil millones de dólares pedidos por Trump están incluidos en su propuesta de presupuesto, los demócratas en el Senado, donde se necesitan 60 votos para aprobar el presupuesto, sólo han accedido a darle mil 500 millones de dólares.
Esta no es la primera vez que Trump insiste en su amago de dejar que el gobierno cierre el Congreso si no le da los fondos para el muro, pero los hechos del domingo en la frontera parecen haber avivado el debate sobre el tema migratorio.
El Congreso debe aprobar siete iniciativas de presupuesto para el viernes próximo o de lo contrario el gobierno federal deberá cerrar operaciones de manera parcial, afectando tareas en agencias como la Secretaría de Seguridad Interna y el Departamento de Estado, entre otros.
Trump pareció indicar que no tiene interés de buscar un acuerdo migratorio con los demócratas, y en el caso de los beneficiarios del programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), dijo que todo quedará supeditado a la decisión eventual que la Suprema Corte de Justicia tome al respecto.
"Tengo un gran corazón por DACA. Quiero mantenerlos, pero si la corte falla de manera apropiada, no habrá problema con DACA y resolveremos todo", dijo sobre un escenario en que la Corte determine que el programa establecido en el 2012 es ilegal.
El mandatario anticipó que un veredicto donde la Corte reconozca la legalidad del programa será "un desastre porque no vamos a lograr nada. No vamos a poder hacer nada".