Cada año en México, 200 mil bebés nacen de forma prematura, es decir, antes de las 37 semanas de gestación.
Esta cifra coloca a nuestro país entre los primeros lugares de América Latina con mayor incidencia de partos pretérmino.
En donde el Estado de México se encuentra entre las entidades con mayor riesgo de parto pretérmino.
De acuerdo con la Universidad Iberoamericana, a través de su Observatorio Materno Infantil, la Ciudad de México, el Estado de México y Yucatán son las entidades que registran mayor incidencia de este problema.
Esta condición, que afecta a 1 de cada 10 nacimientos en el país, representa un grave problema de salud pública, ya que los bebés prematuros son más propensos a sufrir complicaciones de salud, como infecciones, problemas respiratorios y hemorragias cerebrales.
Hay factores que aumentan el riesgo de un parto prematuro. Entre los que se encuentran:
* Embarazos múltiples
* Preeclampsia
* Diabetes
* Hipertensión arterial
* Sobrepeso y obesidad
* Alteraciones en el cuello uterino
* Edad avanzada de la madre
Los avances médicos han permitido mejorar las tasas de supervivencia de los bebés prematuros. Estudios del IMSS reportan que el 94% de los bebés nacidos a las 28 semanas de gestación sobreviven y son dados de alta del hospital y solo el 11% de los nacidos a las 22 semanas sobreviven hasta ser dados de alta, en el que cerca del 49% de ellos experimenta deficiencias del neurodesarrollo leves o ninguna deficiencia, mientras que el 21% presenta deficiencias graves a los 2 años de edad.
La atención prenatal oportuna y de calidad es fundamental para prevenir el parto prematuro. Los cuidados prenatales permiten identificar y controlar los factores de riesgo, así como brindar a las madres el apoyo y la información necesarios para llevar un embarazo saludable.