El Valle de Toluca, hogar de 2 millones de personas, se ahoga en un mar de problemas de movilidad. La falta de un plan metropolitano integral, sumado a la desinversión crónica en infraestructura y transporte, ha convertido a la región en un lugar hostil para peatones, ciclistas y automovilistas por igual.
Uno de los principales obstáculos para la movilidad en el Valle de Toluca es la carencia de un plan de desarrollo metropolitano que contemple de manera integral los rubros de transporte y movilidad.
Sin embargo, la situación del Valle de Toluca es solo un reflejo del rezago generalizado que enfrenta el Estado de México en materia de movilidad.
Con más de 16 millones de habitantes, la entidad presenta un rezago estimado de más de 50 años en infraestructura, transporte y, por ende, en movilidad. Las carreteras se encuentran en un estado de abandono total, mientras que el transporte público se caracteriza por su deficiencia, altos costos y falta de seguridad.
De acuerdo con cifras del Centro de Investigación en Movilidad Sustentable de la UAEM, en Toluca se registran más de 123 muertes por accidentes de tránsito al año, mientras que el Estado de México en su conjunto presenta el mayor porcentaje de defunciones por este tipo de accidentes a nivel nacional.
Hace unos meses, se publicó la nueva Ley de Movilidad y Transporte del Estado de México, la cual contempla una serie de medidas ambiciosas para mejorar la situación actual.
Entre las propuestas más destacadas se encuentran la inversión y profesionalización de los sistemas de transporte, la modernización y reparación de vías, y la implementación de un sistema de transporte público integrado y eficiente.
Se requiere de un compromiso firme y sostenido por parte de las autoridades para transformar la movilidad en la región y convertirla en un motor de desarrollo y bienestar para todos.