El ambulantaje es una consecuencia de la crisis financiera, falta de empleos y bajos salarios, así lo aseguran aquellos que han sobrevivido gracias a la venta en las calles. La señora Blanca y su esposo Jorge llevan más de 38 años vendiendo nieves, elotes y frituras a las afueras de escuelas y en eventos públicos, mencionan que gracias a ello han dado estudio a sus 3 hijos.
"Boleando, vendiendo tripitas en la noche, y luego ya busqué un trabajo y no me gustó, ganaba muy poquito, entonces me dediqué al comercio, porque me dejaba más. Jorge Alberto/ vendedor ambulante
Según las cifras de la encuesta nacional de ocupación y empleo 7 de cada 10 trabajadores laguneros ganan entre 7 mil y 14 mil pesos al mes.
La comida chatarra puede provocar daños a la salud, si se come con exceso, menciona la señora Blanca, pero gracias a estos productos ha encontrado una fuente de ingresos para ella y su familia.
"Es que si comen en exceso si hace daño todo, pero comiendo de vez en cuando no hace daño, por decir el elote no es dañino, la nieve es igual, porque es pura fruta lo que yo vendo, pura fruta natural y pues no hace daño" Blanca Estela Muñiz, vendedora ambulante
En la región donde existen tolvaneras que podrían contaminar los alimentos y olas de calor que generan la descomposición de los alimentos de una manera más rápida, por lo que mantener los alimentos en buen estado, es un gran reto para el ambulantaje.
"Pongo hielo, por decir, la mantequilla, la crema, la fruta, lo que lleva más hielo, para que no se me eche a perder y pues como si vendo en varias escuelas se me acaba rápido. todo es nuevo" Blanca Estela Muñiz, vendedora ambulante
El ambulantaje es un problema para el comercio establecido y para otros una forma de vida.