Venezuela cerró 2018 con una inflación de 1.698.844,2 %, una cifra que confirma la grave crisis y la espiral hiperinflacionaria en la que entró el país caribeño hace más de un año, según informó hoy la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), que controla el antichavismo.
"Nos gustaría dar buenas noticias, (pero) lamentablemente no hemos podido (...), cerramos el año 2018 con una inflación que afecta el bolsillo de los venezolanos en 1.698.488,2 %", dijo a periodistas Rafael Guzmán, jefe de la comisión de Finanzas de la Cámara. Así, lo que el 1 de enero de 2018 costaba 1 bolívar, hoy cuesta 17.000 bolívares. El Parlamento, que ofrece los datos en vista de que el Banco Central lleva casi 3 años sin hacerlo, había informado a principios del pasado año que el país cerró con una inflación de 2.616 % durante 2017. Solo durante el último diciembre, el indicador alcanzó el 141,75 % y más de un 3 % por día.
También dijo que los rubros que más subieron durante 2018 fueron alimentos, con 123 %; transporte, con 167 %; equipamiento del hogar, con 178 % y restaurantes y hoteles, con 197 %. "Estamos entre las 3 (inflaciones más altas) de la historia del mundo, ese es el resultado de (las políticas) de Miraflores (sede de Gobierno), de los que usurpan el poder, de los que nos están llevando a la tragedia que nosotros estamos viviendo en el país", añadió Guzmán.
Guzmán también dijo que la hiperinflación de Venezuela se podría explicar en la constante "monetización" del déficit fiscal por parte del Banco Central y al ataque al cada vez más mermado sector industrial del país.Rechazó, además, la tesis del Gobierno que preside Nicolás Maduro de que el país salió del proceso de hiperinflación. El Parlamento, que había proyectado a finales de 2018 que la inflación superaría los 2.000.000 %, auguró hoy una tasa mayor al 10.000.000 % para 2019, lo que supera la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI). Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero padece una acuciante crisis económica que se expresa en escasez generalizada, hiperinflación y un éxodo de cerca de 4.000.000 de personas, principalmente a países de la región, como Colombia, Argentina, Ecuador y Perú. EFE