La tendencia reciente de la cultura de los videojuegos ha sido el aumento de los contenidos violentos, lo que supone un riesgo para los niños y adolescentes que son más susceptibles a este tipo de medios.
Según un estudio realizado por el equipo de investigación de la Universidad de Brock en Canadá, los niños expuestos a juegos y películas violentas tienen un mayor comportamiento agresivo, una menor empatía con otras personas y una menor salud mental.
El estudio también descubrió que los niños suelen imitar la violencia que ven en los videojuegos y las series, incluso imitando el lenguaje que utilizan los personajes de esos juegos.