Joaquín "El Chapo" Guzmán mantuvo contactos con la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos en 2007, cuando se encontraba prófugo de la justicia, reveló hoy Vicente Zambada Niebla, alias "El Vicentillo".
En su segundo día de comparecencia ante la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, donde se lleva a cabo el juicio contra "El Chapo", Zambada Niebla habló sobre los contactos de Guzmán con la DEA, conexiones que él mismo utilizó cuando tuvo la intención de abandonar el Cártel de Sinaloa.
"El Vicentillo" señaló que antes de su arresto en 2009, quiso dejar el Cártel de Sinaloa, por lo que organizó una reunión con su padre, Ismael "El Mayo" Zambada, y "El Chapo", y este último le habría ofrecido facilitarle la conexión con la DEA.
Zambada Niebla indicó que Guzmán aprovechó esos contactos también para hacerles llegar información sobre cárteles rivales, con el objetivo de deshacerse de sus enemigos.
Como parte de esa estrategia, "El Mayo" Zambada y "El Chapo" Guzmán delataron a sus rivales de otros cárteles con autoridades mexicanas en 2008, a fin de neutralizarlos sin necesidad de utilizar a sus hombres, según el testimonio de "El Vicentillo".
"El Vicentillo" apuntó que el Cártel de Sinaloa se dedicaba a identificar ubicaciones, oficinas y casas de seguridad de los cárteles de los hermanos Beltrán Leyva y los Carrillo Fuentes para hacer llegar esa información al gobierno, la Policía Federal Preventiva y la Policía Militar.
Este es el segundo testimonio que rinde Zambada Niebla en el juicio contra "El Chapo", luego que la víspera dio detalles sobre la fuga del capo del penal de Puente Grande, Jalisco, en 2001, y sobre los conflictos que mantenía con otros jefes del narco.
Tras su detención en 2009, "El Vicentillo" se declaró culpable de dos delitos de conspiración e importación y distribución de miles de kilos de cocaína en Estados Unidos, por los que podría recibir una condena de 10 años a cadena perpetua.
Con la intención de lograr una reducción de su sentencia, Zambada Niebla decidió declararse culpable y se comprometió a aportar toda la información que le solicitara la Fiscalía, así como a pagar mil 373 millones de dólares.