La contaminación ha sido un problema persistente en México, en especial en el Estado de México, al ser una de las entidades con mayor densidad poblacional y actividad industrial. La contaminación en territorio mexiquense impacta el aire, agua y suelo, afectando la salud de sus habitantes y el medio ambiente. Para mitigar, se han implementado iniciativas como las Zonas de Bajas Emisiones.
Las Zonas de Bajas Emisiones son áreas urbanas específicas donde se restringen actividades perjudiciales para la calidad del aire, como el tráfico de vehículos altamente contaminantes que funcionan con combustibles fósiles. Estas zonas buscan reducir las emisiones y promover alternativas sostenibles para mejorar el medio ambiente.
En Toluca, una de las ciudades más contaminadas de México, se enfrenta una crisis ambiental por emisiones vehiculares e industriales. Desde 2015, el Acuerdo de control en la Ecozona busca reducir emisiones mediante restricciones vehiculares, transporte público y tecnologías limpias para proteger a sus habitantes y el medio ambiente. Sin embargo, las emisiones contaminantes persisten, reflejándose en al menos 11 años consecutivos con mala calidad del aire a diario.
Con el paso de los años, estas iniciativas han ido incrementándose en el Estado de México, consolidándose como parte de las estrategias ambientales para enfrentar la contaminación. Acciones como la implementación de zonas de bajas emisiones, el fomento al uso de transporte sustentable como bicicleta, la promoción de energías limpias y campañas de reforestación han permitido avanzar hacia un desarrollo urbano sostenible.