En México se estima que al año más de 20 mil niños y niñas son víctimas de alguna clase de abuso sexual, aunque lamentablemente la cifra real podría ser mucho mayor debido a la alta tasa de no denuncia.
Durante la niñez y adolescencia se sientan las bases físicas, mentales y emocionales de cada persona y se adquieren hábitos para la etapa adulta, no obstante, es alarmante la cifra de casos de menores que son víctimas de violencias que pueden dejar huellas difíciles e incluso imposibles de borrar.
Recomendaciones para prevenir la violencia sexual infantil:
La comunicación familiar es la mejor forma de prevención
Enséñales a decir "no"
Enséñales que algo que les preocupa, les hace sentir incomodidad o les asuste, no debe mantenerse en secreto.
Enséñale los riesgos que existen a través de internet y redes sociales: el sexting, el grooming y engaños con fines de trata de personas existen
No pongas en duda su palabra.
Durante la niñez y adolescencia se sientan las bases físicas, mentales y emocionales de cada persona y se adquieren hábitos para la etapa adulta, no obstante, es alarmante la cifra de casos de menores que son víctimas de violencias que pueden dejar huellas difíciles e incluso imposibles de borrar.
Por ello el llamado es a la educación, a la información y sobre todo a mantener una comunicación cercana y brindar confianza a los niños.
La mayoría de las víctimas de abuso sexual infantil se encuentran en un rango de edad entre los 5 y 12 años, aunque hay denuncias reportadas en todas las etapas de la infancia y la adolescencia.
Alrededor del 90 por ciento de los casos de violencia sexual son cometidos por personas conocidas de la víctima y cercanas a su circulo, incluyendo familiares, como abuelos, tíos, hermanos, primos, además de vecinos e incluso maestros.
La señora Mónica, narra la pesadilla que aún vive, luego de su hija que entonces tenía seis años fue víctima de abuso por parte de uno de sus familiares.
A dos años de lo ocurrido, hermano de su esposo continúa prófugo y su hija de tan solo ocho años, aún padece la secuelas de lo que vivió.
El abuso sexual infantil es una de las agresiones más violentas contra la integridad física, psicológica y emocional de un menor; cuando éste se manifiesta, se vulnera la protección, la salud, la seguridad y por supuesto su derecho a una vida libre de violencias.