La tradición de "El viejo" es una característica que distingue a los veracruzanos por su alegría al despedir el año. Sin embargo los comerciantes de estas figuras comentan que las ventas no han sido las esperadas.
Angélica Remigio Flores, comerciante señaló "Ahorita la venta esta un poquito baja, pero esperamos nosotros que el día de hoy y mañana la gente venga a comprarnos los típicos y tradicionales viejitos que cada año se queman"
Pese a ello, se encuentran a la espera de que el 31 de diciembre se logre un repunte de hasta 60 por ciento.Este grupo de comerciantes originarios del municipio de Ixhuatlancillo, se prepara desde meses antes, para la venta de viejos.
"Si, nosotros los elaboramos con cuatro meses de anticipación, primero hacemos lo que son las cabecitas con los globos el engrudo y poco a poco comenzamos a recolectar lo que es la ropa, los rellenamos los cocemos, los adornamos con el algodón para los ojitos y las cejas y ya después nos traemos a ca a la venta a Veracruz"
Lo que nació como una protesta pública hace casi dos siglos es ahora una de las tradiciones más arraigadas y de mayor algarabía en el puerto de Veracruz y municipios aledaños, que se vive con música y baile a lo largo de la jornada del 31 de diciembre y que tiene su culminación a la media noche para despedir el año.
La tradición del viejo surgió en Veracruz entre 1860 y 1870, cuando trabajadores portuarios se disfrazaron para reclamar el pago del aguinaldo, que en aquel entonces no era un derecho laboral.