En México 45.7 por ciento de la población se desarrolla dentro de la formalidad laboral, mientras que el 54.3 por ciento se encuentra en la informalidad, el comercio, emprendimiento e incluso el sector restaurantero no escapa de esa realidad.
Tras la pandemia y el prolongado "quédate en casa", el auge del delivery y las redes sociales, propiciaron un nuevo modelo de negocio bautizado como darks kitchen o "cocina fantasma".
Se trata de emprendimientos que no necesitan establecimientos para ofertar sus productos. Solo requieren de un espacio en la cocina incluso de su propia casa y un teléfono con acceso a redes sociales, así, arman toda una empresa de venta de comida a domicilio.
DiDi Food registró un incremento de más del 25% en pedidos diarios de restaurantes virtuales durante 2023 en México
Derivado de este modelo de negocio, vemos a amas de casa, aficionados y cocineros profesionales emprendiendo, la simple estructura que se requiere para su funcionamiento, y administración, hace que este modelo pueda desarrollarse sin más trámites.
Desde el punto de vista de los negocios formales, la competencia con los restaurantes informales puede ser vista como desleal, ya que no están sujetos a las mismas reglas ni costos, esto les permite ofrecer precios más bajos, lo que abre un debate sobre la burocracia e incluso los altos impuestos a los que se enfrenta el sector formal.
Simplificar la formalización al mismo tiempo de promover políticas de inclusión que permitan a los emprendedores informales competir en condiciones más equitativas y con oportunidades de crecimiento, además de proporcionar incentivos, puede ayudar a crear un entorno comercial sostenible, pero sobre todo, más justo.