Desde muy temprano como todos los días, Don Daniel comienza su rutina con la ayuda de su familia, para iniciar su trabajo de perifoneo, un oficio en el que tiene 10 años y que le ha permitido mantenerlos.
Como cualquier niño tuvo una infancia normal, pero a la edad de 11 años empezó con dolores de articulación y rodillas, diagnosticándole con el paso del tiempo artritis reumatoide.
La enfermedad se detuvo dejando graves secuelas. Hoy a sus 48 años tiene una hermosa familia que es su pilar para salir adelante, y no dejarse vencer, a pesar de haber tocado muchas puertas para encontrar un trabajo, ninguna se le abrió, y por parte de las autoridades municipales nunca ha recibido ningún apoyo.
Desde hace más de 20 años se le ve circular en las calles de Veracruz, trabajando arduamente, su sueño es tener un patrimonio para sus hijos, ya que la pequeña casa sólo tiene una división, sus hijos duermen en el mismo colchón y cuarto.
Don Daniel es un ejemplo de perseverancia y lucha, un orgullo de Veracruz, rompiendo las barreras del no puedo.