El drama del consumo de sustancias en la adolescencia

El cerebro de las personas continúa desarrollándose hasta los 25 años. La corteza prefrontal de este órgano, es una de las últimas en madurar, esta zona es la responsable de habilidades como la planificación, el establecimiento de prioridades y la toma de decisiones. 

Especialmente durante la adolescencia que el cerebro se reestructura, lo que le permite abordar temas más profundos, ante esta situación, es justamente en esta etapa cuando se vuelven más propensos a riesgos como el consumo de alcohol, tabaco y drogas. 

En esta etapa, los jóvenes están más expuestos a experimentar con sustancias debido a factores como la curiosidad, la presión social y la búsqueda de identidad.

La psicóloga Diana Loyo, señaló que la adolescencia es un reto para los padres de familia.

"es responsabilidad de los padres de familia documentarse, saber que tan peligrosas pueden llegar a ser y sus efectos, aunque todos los papás deseamos que nuestros hijos no se encuentren en situaciones donde les ofrecen drogas o alcohol, esto no es así, por eso debemos prepararlos para que tomen las decisiones correctas y ellos sepan como rechazar estas invitaciones"

De acuerdo a la encuesta Nacional de Salud y Nutrición EN México, una de cada 16 personas de entre 12 a 17 años ha consumido algún tipo de droga, siendo el cannabis el más común. 

Sin embargo, por su disponibilidad y alcance, el alcohol es a lo que más están propensos, el 21.1 por ciento de los adolescentes y jóvenes de 10 a 19 años reportaron haber consumido al menos una copa. 

El psiquiatra, Carlos Moguel comentó que el alcohol es la primer sustancia a la que se acercan los adolescentes. 

"el consumo del alcohol esta tan normalizado, que es lo que más les parece atractivo a los adolescentes, además a diferencia de alguna droga, el alcohol es mucho más fácil de conseguir, por lo que es lo primero que consumen y aunque lo ven muy normal, también tiene muchos riesgos"

Al fomentar una comunicación abierta con los menores, proporcionar educación y crear un ambiente de apoyo, se puede equipar a los adolescentes con las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y resistir la presión social, a modo de que prioricen su salud y bienestar y con ello, promover generaciones más saludables.