Desde el lunes 24 de agosto en el estado de Veracruz regresaron a clases 2 millones 167 mil 971 estudiantes inscritos al nivel básico.
Tras anunciar que el regreso a clases en todo México será vía remota a través de la televisión y la radio para llegar a más hogares, ante la falta de internet, y debido a que no hay condiciones para regresar a las aulas por la pandemia, las 23 mil 920 planteles educativos que existen en el estado seguirán cerrados.
En los hogares veracruzanos uno de los grandes pilares del nuevo método de aprendizaje serán los padres de familia, de estar al pendiente de sus hijos, y como pieza clave e indispensable, los maestros que son más de 137 mil 424 docentes en la entidad, son quienes llevarán la responsabilidad para brindar las herramientas a sus estudiantes para dar continuidad, evaluación y seguimiento a los programas.
En 20 municipios considerados los más vulnerables, donde los estudiantes no pueden seguir sus clases mediante radio, televisión, ni internet, serán distribuidos guías de apoyo y cuadernillos para continuar con su aprendizaje.
Sin embargo, la pobreza ampliará la brecha de desigualdad en el aprendizaje entre los estudiantes veracruzanos.
De acuerdo con el último estudio realizado por el CONEVAL, la cifra de población en situación de pobreza en Veracruz, es del 17.7%, más de 5 millones 88 mil 563 personas.
Los municipios con mayor porcentaje de pobreza se encuentran en la zona serrana, pero, en las ciudades también existen puntos vulnerables, que no cuentan con una televisión, ni radio.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México sólo el 44.3 por ciento de los hogares cuentan con una computadora, y el 56.4 por ciento tienen conexión a internet. Y en promedio sólo 3 de cada 10 hogares en las zonas marginadas, cuentan con una televisión.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones apunta que en comunidades de la zona serranas no hay ni luz eléctrica, por lo tanto los hogares rurales no tienen acceso a ningún medio de comunicación, muchos estudiantes caminan durante horas para llegar a los centros educativos.
Aunque la oferta del regreso a clases parece amplia y al alcance de todos los estudiantes, la realidad en México demuestra lo contrario.