La Diócesis de Veracruz condena el presunto secuestro express del Obispo Emérito de Chilpancingo Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, ocurrido este fin de semana.
De acuerdo con el padre Aurelio Mojica Limón, vocero de la diócesis, sólo queda fomentar y construir la paz, no tener miedo, y tratar de construir mejores relaciones.
Descartó que en el estado de Veracruz se haya registrado un tipo de agresión contra religiosos de manera directa, aunque no hay que olvidar el robo que sufrió el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino en la autopista Puebla-Orizaba.
Señaló que no se tienen focos rojos de inseguridad para los religiosos hasta el momento, pero reconoció que sí han detectado llamadas de extorsión a las oficinas donde piden datos de los párrocos para sacar algún beneficio.